Las historias detrás de los niños de la guerra


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En la Feria del Libro de Bogotá se planteó un debate sobre las causas del ingreso de menores de edad a las filas de los grupos armados ilegales.

El conversatorio ‘Los Niños de la Guerra’,  en el foro ‘Paz 360: De Viva Voz’, tuvo como invitado especial a Guillermo González Uribe, autor del libro ‘Los Niños de la Guerra: Quince Años Después’, quien conversó con Andrés Yesid González, exmilitante de las Farc y uno de los protagonistas de la obra.

En el año 2002, Guillermo González Uribe escribió el libro  ‘Los Niños de la Guerra’, en el que relató las historias de 11 menores de edad vinculados a grupos al margen de la ley. Tras 15 años, el autor fue en busca de estos personajes, para conocer cómo ha sido su vida luego de retornar a la sociedad.

Una de las historias es la de Andrés Yesid González, quien ingresó a la guerrilla de las Farc a los doce años, luego de sufrir, durante años, el rechazo de su padrastro. “La situación en mi casa tampoco era muy buena. Mi mamá se casó con otro señor y él se preocupaba solo por sus hijos y a mí me hicieron a un lado. Decidí ir a donde me acogieran y me dieran cariño, pues mi papá y un tío eran guerrilleros también”, contó Andrés.

Él es solo uno de los de los centenares de niños que huyeron de sus hogares y que, paradójicamente, lograron encontrar una vida mejor en las filas de los grupos guerrilleros, según afirmó el escritor.

Guillermo González cuenta que su investigación lo llevó a deducir que la mayoría de los niños que ingresan a grupos al margen de la ley lo hacen debido a problemáticas políticas, sociales, económicas y afectivas. Él quiso darle voz a estos pequeños, que fueron protagonistas del conflicto armado de Colombia. “Creo que es muy importante escuchar a quienes han sido víctimas y victimarios de la guerra y la han vivido en carne propia. Quienes hacen la guerra son personas comunes y corrientes, como nosotros, que fueron a parar al conflicto por diferentes razones”, aseguró.

Por su parte, Andrés manifiestó que aunque fue difícil su reintegro a la vida civil, ha encontrado personas y organizaciones que creen en quienes han abandonado las armas, para construir país. “A veces, es difícil porque la gente no quiere compartir con guerrilleros, pero también hay quienes creen que dentro de nosotros hay buenas personas, que podemos cambiar”, afirmó.

Este excombatiente cree que la paz está en cada persona y que de la sociedad depende el cambio del país, aceptando a quienes han desertado de los grupos armados, para crear entre todos una nueva Colombia.