El origen de esta fecha surgió en el año 2012 por la Organización Australiana Cerebral Palsy Alliance y la Organización Estadounidense United Cerebral Palsy, para ayudar a los pacientes con esta patología y visibilizar sus derechos.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de enfermedades de Estados Unidos, la parálisis cerebral es un grupo de trastornos que afectan la capacidad de una persona para moverse, esto incluye mantener el equilibrio y la postura.

Asimismo, es la discapacidad motora más frecuente en la niñez. Esta enfermedad también es causada por el desarrollo anormal del cerebro o por daño al cerebro en desarrollo que afecta la capacidad de la persona para controlar los músculos.

Tipos de parálisis cerebral en infantes

Según la organización, esta condición es clasificada por los especialistas según el tipo principal de trastorno del movimiento involucrado, estas son:

Parálisis cerebral espástica: es la más común de las parálisis.  Se caracteriza por un aumento del tono muscular, rigidez de los músculos y dificultad con los movimientos.

Parálisis cerebral discinética: los afectados desarrollan problemas para controlar el movimiento de manos, brazos, pies y piernas. Además, hay dificultad para sentarse y caminar.

Parálisis cerebral atáxica: se ven afectados el equilibrio y coordinación.

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Factores de riesgo

De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, algunas situaciones médicas y afecciones durante el embarazo y parto pueden aumentar el riesgo de que un bebé nazca con parálisis cerebral, algunas son:

• Nacer bajo de peso.
• Nacer prematuro.
• Nacer en embarazos múltiples.
• Ser concebido mediante fertilización in vitro o reproducción asistida.
• Que la madre haya sufrido una infección durante el embarazo.
• Tiroides en la madre gestante.
• Incompatibilidad de RH.
• Ictericia severa al nacer.

Signos y síntomas de la parálisis cerebral

Los síntomas pueden variar de acuerdo con el tipo y nivel de discapacidad.

El principal es notar retraso en el desarrollo motor: rodar, voltearse, sentarse, caminar. No obstante, no todos los infantes que presentan estos síntomas necesariamente tienen parálisis.

El centro de control de enfermedades ha definido los siguientes síntomas por edades:

Síntomas en menores de 6 meses

• Al levantarlos cuando están acostados boca arriba, les cuelga la cabeza hacia atrás.
• Parecen tener el cuerpo rígido.
• Parecen tener el cuerpo flácido.
• Al sostenerlos acunados en brazos, parecen estirar la espalda y el cuello en exceso, como si estuvieran tratando constantemente de alejarse.
• Al levantarlos, se les ponen rígidas y se les cruzan las piernas.

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Síntomas en mayores de 6 meses

• No se voltean o ruedan hacia ninguno de los lados.
• No pueden juntar las manos.
• Tienen dificultad para llevarse las manos a la boca.
• Extienden una sola mano para agarrar cosas y mantienen la otra empuñada.

Síntomas en mayores de 10 meses de edad

• Gatean de forma dispareja, empujándose con una sola pierna y un solo brazo arrastrando la pierna y el brazo opuestos.
• Se desplazan dando saltitos en posición sentada o de rodillas, pero no gatean con los brazos y las piernas.

Si notas alguno de estos síntomas en tu bebé informa de inmediato al profesional de la salud, ten en cuenta siempre los indicadores de desarrollo que te entregan en el carné de vacunas de tu hijo, consulta cualquier duda.