Preocupan las cifras de feminicidios en Colombia


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En el programa ‘Pongámonos Al Día’, Bibiana Hernández, representante de la Fundación Reconstruyendo Rostros, y María Isabel Covaleda, directora de la Fundación Maisa Covaleda, hablaron sobre el problema que representa para las mujeres la lenta respuesta de las autoridades en los casos de violencia de género.

 

Según el Instituto de Medicina Legal los feminicidios aumentaron en Colombia un 22%, pasando de 100 casos en el año 2015, a 122 en el 2016. Carlos Valdés, director de esta institución, aseguró que las primeras señales de alerta visibles son la agresiones verbales y sicológicas, y que estas avanzan hasta convertirse en violencia física.

 

“La mujer aun no encuentra atención en los organismos del Estado y este sigue desatendiendo sus necesidades en temas de salud y de justicia. Eso hace que en algunos casos ellas desistan del hecho de denunciar, al ver que la respuesta institucional no es suficiente”, aseguró Valdés.

 

El violentómetro

Durante los últimos cinco años, han sido denunciados 345 casos de feminicidio en el país. Muchas de las organizaciones que velan por los derechos de las víctimas de violencia de género han utilizado este recurso, que lista las señales de alerta que una mujer debe tener en cuenta para detectar a tiempo diferentes tipos de maltrato por parte de su pareja.

 

 

 

Bibiana Hernández, representante de la Fundación Reconstruyendo Rostros, afirmó que hay desconfianza en la Ley Rosa Elvira Cely, pues no se están haciendo efectivas las capturas a los agresores. “Tenemos casos de niñas que denuncian pero no tienen la protección de la ley, entonces quedan expuestas ante el agresor y al ver que no hay una pena o captura, siguen siendo amenazadas”, dijo.

 

Sobre los preocupantes casos de víctimas atacadas con ácido, Hernández manifestó que, a pesar de que actualmente exista la Ley Natalia Ponce de León, esta tiene algunos vacíos que no han sido resueltos, como la falta de capturas a los agresores y el facilitamiento de los servicios médicos especializados que requieren las víctimas de ataques con agentes químicos.

 

“Desde esta fundación, estamos haciendo un trabajo de empoderamiento las mujeres. Debemos amarnos más, visualizar cuáles son los focos de violencia, los puntos de alarma y denunciar. Las autoridades deben informar las rutas que debe seguir una mujer que está siendo violentada”, puntualizó.

 

Por su parte, María Isabel Covaleda, directora de la Fundación Maisa Covaleda, enfatizó en que uno de los grandes problemas ha sido la cultura en la que han crecido las mujeres colombianas. “Nos enseñaron a estar en silencio, a guardar los problemas en casa y a solucionarlos en una esfera privada”, afirmó.

 

Según Covaleda, las fundaciones que ayudan a las víctimas y los medios de comunicación han ayudado en gran parte a que estos problemas salgan a la luz; forzando al Estado a intervenir de manera eficiente y eficaz.

 

La directora de esta organización hizo énfasis en el acompañamiento que debe tener una mujer víctima de violencia intrafamiliar. “Aquí hay una responsabilidad colectiva, porque lo que estamos viendo es que la mujer debe cargar con todo el peso. Ella debe denunciar, hablar, perder el miedo, enfrentarse a una institucionalidad que no responde y a un agresor, que cuando es denunciado, se viene contra ella con más fuerza”, criticó.

 

Finalmente, aseguró que es importante empezar a implementar de manera rigurosa la Ley Rosa Elvira Cely, pues es necesaria la imputación de cargos a los agresores, para disminuir drásticamente la impunidad en los casos denunciados.

 

“Nosotras, desde esta fundación, las acompañamos en ese proceso, creamos grandes alianzas para llevarlas de la mano, porque no solo necesitamos un abogado o sicólogo. El llamado es a que nos unamos, a que ellas acudan a las instituciones y a que tomemos conciencia “, concluyó.