Las consecuencias de la Guerra de los Mil Días: muertes, crisis y la pérdida de Panamá
Este conflicto bipartidista terminó con miles de muertos, una crisis institucional y económica, deudas internas y externas, y la perdida de Panamá.
La guerra de los mil días, que se prolongó por un poco más de tres años, culminó dejando un país afectado social, económica, política y hasta geográficamente, con una de las mayores pérdidas de parte de su territorio, con la separación del departamento de Panamá.
Una crisis pronosticada
Aunque la crisis económica es una consecuencia importante de la Guerra de los Mil Días, no fue el resultado de esta. En realidad se venía desarrollando con anterioridad por la caída continua de los precios internacionales del café, debido al rol destacado que tenía este producto en las exportaciones.
Sin embargo, la guerra agravaría la situación económica, gracias a las continuas emisiones de papel moneda por parte del gobierno como una estrategia para sortear la falta de recursos económicos generados por el conflicto bélico.
Produciendo, finalmente, un caos en el sistema monetario y en los precios de las mercancías, bien sea por la escasez de estas o por la continua devaluación, además de muchas deudas, una alta inflación y la necesidad de reconstruir una economía saqueada.
Una pérdida irreversible por falta de decisión
Las secuelas que dejó la Guerra de los Mil Días en las vías de comunicación e industrias, y en la vida social y económica de la nación, se recrudecieron con la pérdida de Panamá, el departamento (antes estado) más importante del comercio exterior para el país.
El rechazo por parte del Congreso colombiano, del tratado Herrán-Hay que, en pocas palabras, pactaba un acuerdo mutuo con Estados Unidos para que este transitara por las aguas del canal, fomentando la economía, las industrias y el comercio, ya que EE.UU. se había convertido en el principal socio del mercado exterior colombiano y en el mayor comprador de café, impulsó a los separatistas en Panamá a levantarse.
Al día siguiente, el 4 de noviembre, la junta de gobierno de Panamá notificó al cónsul de Estados Unidos la proclamación de su independencia, quienes la reconocieron, y tiempo después, declararon el inicio de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Mientras que el gobierno de Colombia intentó en un esfuerzo inútil recuperar Panamá por la vía militar, sin contar que el movimiento separatista tendría buques de guerra y tropas norteamericanas dispuestas a impedir el paso de las tropas colombianas.
Este capítulo de la historia terminó sin héroes y con el apoyo involuntario por parte del gobierno colombiano, que con su falta de decisión y temor, consintieron la separación de Panamá, que antes de finalizar el año 1903 sería un hecho irreversible.
REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL