Día Mundial de la lucha contra el SIDA

1 de diciembre: un día para apoyar la lucha contra el SIDA


Se estima que el 23% de las personas con VIH en América Latina y el Caribe desconocen su infección, y aproximadamente un tercio se diagnostica tarde.

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El 1 de diciembre de cada año, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida, para apoyar a las personas que conviven con el VIH y para recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.

Para la Organización Mundial de la Salud, el VIH continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, según el último balance este virus ha cobrado 40,1 millones de vidas.

A continuación, te explicaremos la diferencia entre el VIH y el Sida, síntomas, factores de riesgo y tratamiento de esta enfermedad.

¿Qué es el VIH?

De acuerdo con ONUSIDA, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), es un retrovirus que infecta las células del sistema inmunitario humano (principalmente las células T CD4 positivas y los macrófagos, ambos componentes clave del sistema inmunitario celular), de manera que destruye o daña su función.

La infección por este virus lleva a la progresiva reducción del sistema inmunitario, lo que se traduce en la inmunodeficiencia.

Cuando el sistema inmunitario se vuelve deficiente cuando pierde su capacidad de luchar contra las infecciones y las enfermedades.

¿Qué es el Sida?

Sida significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida y define la serie de síntomas e infecciones que van asociados a la deficiencia adquirida del sistema inmunitario. La infección por el VIH se considera la causa subyacente al sida.

El nivel de inmunodeficiencia y la aparición de determinadas infecciones se utilizan como indicadores para saber si la infección por el VIH ha evolucionado y causado el sida.  

¿Cuáles son los síntomas del VIH?

Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate, como afirma ONUSIDA.  

Aunque el máximo de infectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las primeras semanas posteriores al contagio, la persona no manifiesta ningún síntoma, mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro pseudogripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta.

A medida que la infección debilita el sistema inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como adenopatías, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos.

Si no se trata la infección, pueden aparecer enfermedades graves como la tuberculosis, la meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres como los linfomas o el sarcoma de Kaposi.

¿Cómo se transmite el VIH?

Como señala la OMS, el VIH se contagia a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales, y también se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto.

No es posible infectarse mediante los contactos ordinarios cotidianos como los besos, los abrazos y los apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.

Es importante tener en cuenta que las personas con VIH que están en tratamiento antirretrovírico (TAR) y han suprimido la carga vírica no transmiten el virus a sus parejas sexuales.

El acceso temprano al TAR y el apoyo para continuar el tratamiento son, por tanto, cruciales no solo para mejorar la salud de las personas con el VIH, sino para prevenir la transmisión del virus.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Desde el punto de vista de la OMS, estos son los comportamientos y las afecciones que aumentan el riesgo de contraer el VIH:

  • Tener relaciones sexuales anales o vaginales sin preservativo.
  • Padecer otra infección de transmisión sexual (ITS) como la sífilis, el herpes, la clamidiasis, la gonorrea o las vaginitis bacterianas.
  • Hacer un consumo nocivo de bebidas alcohólicas o drogas durante las relaciones sexuales.
  • Compartir agujas, jeringuillas, soluciones de droga u otro material infectivo contaminado para consumir drogas inyectables.
  • Recibir inyecciones, transfusiones sanguíneas o trasplantes de tejidos sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos quirúrgicos que entrañen cortes o perforaciones con instrumental no esterilizado.
  • Pincharse accidentalmente con una aguja, lesión que puede afectar sobre todo al personal de salud.

¿Cuál es el tratamiento para esta enfermedad?

La enfermedad causada por el VIH se puede tratar con pautas terapéuticas en las que se combinan varios antirretrovíricos. Aunque, por el momento, el TAR no cura la infección, inhibe la replicación del virus en el organismo y permite que el sistema inmunitario recobre fuerza y capacidad para combatir las infecciones oportunistas y algunos cánceres.

Desde 2016, la OMS recomienda una política de tratamiento generalizado que consiste en proporcionar TAR de por vida a todas las personas con el VIH, incluidos los niños, los adolescentes, los adultos y las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, con independencia de su estado clínico y de su recuento de linfocitos CD4.

Hasta junio de 2022, 189 países, donde vive el 99% de las personas infectadas por el virus a nivel mundial, habían adoptado esta recomendación.

Además de la estrategia de tratamiento generalizado, la OMS recomienda iniciar rápidamente el TAR en todas las personas que viven con el VIH; de hecho, se aconseja ofrecer este tratamiento el mismo día del diagnóstico si el paciente está de acuerdo.

En junio de 2022, 97 países de ingresos bajos y medianos refirieron que habían adoptado esta política, y aproximadamente la mitad de ellos informaron de su aplicación en todo el país.

En 2021 había en el mundo 28,7 millones de personas infectadas por el VIH en tratamiento con antirretrovíricos. Ese año, la tasa mundial de cobertura del TAR fue del 75% (66-85) %. Con todo, es preciso seguir ampliando el tratamiento, sobre todo el de los niños y los adolescentes, puesto que solo el 52% (42-65%) de los niños de 0-14 años recibían TAR a finales de 2021.

La enfermedad avanzada por el VIH sigue siendo un problema persistente para la lucha contra este virus. Hay personas que acuden repetidamente a establecimientos de salud para que se les administre un tratamiento inmunosupresor avanzado que aumenta su riesgo de contraer infecciones oportunistas.

La OMS está ayudando a los países a aplicar el conjunto avanzado de atención a la enfermedad causada por el VIH a fin de reducir los síntomas y las defunciones.

 

 

REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL