Adultos Mayores

Vida social: ¿reduce riesgo de muerte en adultos mayores?


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Un estudio demográfico liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha mostrado que desarrollar una vida social activa mejora la calidad de vida de los adultos mayores con discapacidad crónica, y ha observado que los ingresos familiares o el nivel educativo solo afectan al riesgo de muerte de manera marginal.

El trabajo, publicado en la revista 'Plos One', propone clasificar en diferentes grupos las trayectorias de salud de los adultos mayores con discapacidad permanente.

"Esta premisa permite superar la complejidad de combinar trayectorias individuales, lo que tradicionalmente ha impedido tanto realizar generalizaciones para toda la población como mejorar el conocimiento del impacto de los factores socioeconómicos tras el inicio de la discapacidad", explica Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía.

Las conclusiones del estudio indican que "la universalización de la sanidad y la mejora en los cuidados a los dependientes tienen un efecto muy positivo en la población, en especial entre los más desfavorecidos".

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Este hallazgo es relevante al investigar sobre las desigualdades en salud a nivel mundial. Sin embargo, se espera llegar a más estudios que respalden la importancia del contexto socioeconómico para los pacientes, en relación con la evolución de la discapacidad y la supervivencia.

"Las diferencias socioeconómicas entre grupos de población, en general, juegan un papel muy importante en la salud y riesgo de muerte. Pero nosotros señalamos que la aparición de la discapacidad en la vejez iguala más a los individuos tras su aparición, independientemente de las condiciones socioeconómicas previas", indica Ramiro.

Mathias Voigt, demógrafo del IEGD-CSIC, afirma que "las personas que inician su trayectoria de discapacidad severa a edades superiores tienen menos posibilidad de adaptarse a esa situación, es decir, su capacidad de resiliencia es menor".

Es decir que las personas que se encuentran con situaciones de alguna enfermedad "severa tardía" requerirá especial atención si se quiere reducir su empeoramiento de salud y riesgo de muerte.

Investigación con adultos mayores de España

Para esta investigación se evaluó la información sobre el inicio y la gravedad de la discapacidad crónica de las personas encuestadas, para clasificar las trayectorias de salud de un grupo de personas mayores en España.

Una vez identificados los pacientes, en la segunda fase del estudio se analizaron los elementos que influyen en el riesgo de muerte de los adultos mayores durante los 5 años siguientes a la evaluación inicial de su estado de salud.

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En la primera fase, la investigación determina la existencia de tres grupos de población. Por un lado, un primer grupo que experimentó un inicio "leve" de la discapacidad y permaneció sin grandes cambios durante el resto del tiempo de seguimiento. Por otro lado, el segundo y tercer grupo se caracterizan por haber experimentado un inicio grave de la discapacidad y, a menudo, una serie de nuevas dolencias en los años posteriores.

La diferencia entre ambos se encuentra en la edad de inicio, lo que permite distinguir el segundo grupo denominado "severo temprano", que experimenta el comienzo de la discapacidad a los 60 años, del tercero designado como "severo tardío", que comienza su incapacidad a mitad de los 70 años.

En la segunda fase, la investigación analiza los factores que influyen en la calidad de vida y el riesgo de muerte.

Los tres muestran que la capacidad de realizar actividades cotidianas, como dar un paseo o visitar a sus familiares, proporcionan efectos muy positivos en su esperanza de vida.

Pero hay diferencias: mientras que los ingresos familiares y el nivel educativo tienen un pequeño efecto en el primer grupo, las disparidades sociales sólo afectan de manera marginal al riesgo de muerte en el segundo y el tercero, donde el inicio de la incapacidad crónica se experimenta en la vejez.

Estos resultados muestran diferencias al compararlos con individuos sin discapacidad, entre los que se observan grandes diferencias sociales ante el riego de muerte en los cinco años que duró su seguimiento.

COLPRENSA – REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL