"Basta una persona buena para que haya esperanza": Papa Francisco


JG José Miguel Gómez / Conferencia Episcopal Colombiana

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A las 9:07 a.m., aterrizó en la Base Militar de Apiay el avión que trasportó al Papa Francisco desde Bogotá hasta Villaviencio. Allí, el santo padre fue recibido por las autoridades del departamento del Meta y por una multitud que no se cansaba de gritar, al unísono: “Francisco, amigo, el llano está contigo”.

 

Siga esta transmisión especial, hasta el 10 de septiembre, en CITV - Canal Institucional

 

 

El Papa inició su recorrido desde la Base Militar de Apiay, hacia Catama, lugar en donde tuvo lugar la Santa Misa, oficiada por el sumo pontífice.

 

 

Niños llaneros recibieron a Francisco y le entregaron diferentes ofrendas originarias de esta zona del país. También, fue emotivamente acogido por algunos miembros de comunidades indígenas.

 

 

Con música típica de la región llanera, el sumo pontífice fue recibido antes del inicio de la Santa Misa. Cerca de 400 jóvenes de distintas escuelas de música del departamento lo acompañaron.

 

 

Uno de los actos más emotivos fue la ceremonia de beatificación del obispo, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, y el sacerdote, Pedro María Ramírez. "De ahora en adelante, serán llamados beatos y se podrá celebrar su fiesta cada año: 3 y 24 de octubre", dijo el Papa.

 

 

Durante la homilía, el papa Francisco habló sobre los personajes beatificados en la ceremonia previa a la Eucaristía e invito a los fieles a dar el primer paso, sin esperar nada a cambio.

 

 

La paz y la reconciliación fueron los ejes centrales de la homilía en la capital del Meta, uno de los departamentos, históricamente, más golpeados por el conflicto armado en nuestro país.

 

 

Al final de la misa, el Santo Padre se tomó unos minutos para orar por las víctimas de los desastres naturales que han afectado durante las últimas horas a Estados Unidos y México.