Jesús de Nazareth

Jesús de Nazareth: momentos clave de su pasión y muerte


Estos son los hechos históricos que marcaron un momento fundamental en la historia de la humanidad: la muerte en la cruz y la resurrección, a los tres días, del Hijo de Dios.

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Jesús de Nazareth, hijo de Dios, falleció en la cruz, a las 3 de la tarde de un viernes, luego de que fuese juzgado y condenado a ser ejecutado. Tras horas de agonía, finalmente se cumpliría el designio divino: que el moriría para borrar nuestros pecados.

De acuerdo a la historia bíblica, a los tres días, Jesús resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo, para estar al lado del padre.

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Sabemos que estos son los dos momentos cruciales en esta etapa del final de la presencia de Jesús en la tierra (presencialmente) y que basan la conmemoración que hacen los fieles en Semana Santa.

Sin embargo, existen otros acontecimientos muy importantes que se recuerdan en la Semana Mayor y que hacen parte de la historia completa del proceso de Pasión y Resurrección de Jesús.

Entrada triunfal a Jerusalén

Jesús y sus discípulos entraron a Jerusalén para celebrar la pascua judía: en el momento que entraron, fueron recibidos por una multitud que los recibió con elogios y que proclamaba al Hijo de Dios como 'El Rey de los Judíos'.

Así inicia la Semana Santa y este instante es recordado en la historia como 'el Domingo de Ramos. Ahí, se lee el pasaje bíblico que relata esta entrada triunfal de Jesús y los doce apóstoles.

La 'destrucción del templo'

La Biblia relata que Jesús fue al templo, pero encontró alrededor de él, puro comercio: venta de animales, intercambio de dinero y esto lo enfurenció.

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Así que echó a todos de allí y volcó las mesas y pidió que 'no hicieran de la casa de mi Padre un sitio de comercio'. Ahí, pronunció una de sus frases más famosas: 'destruiré este templo y en tres días lo reconstruiré. 

Todos quedaron perplejos, pero no entendieron el mensaje simbólico: él se refería a su cuerpo.

La Última Cena

Otro de los grandes momentos de la historia se encuentra aquí: Jesús ofrece una cena en la que están sentados todos sus discípulos, incluído Judas Iscariote, el que lo traicionaría momentos después.

El momento se retrata en el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci y muestra al Hijo de Dios en el centro de la mesa, rodeado por los apóstoles y compartiendo el pan y el vino. De allí sale el simbolismo de 'el cuerpo y la sangre de Cristo.

El lavatorio de los pies

Este evento también se da en el marco de la Última Cena: luego de compartir el pan y el vino, Jesús lava los pies de sus apóstoles, uno a uno. Mientras lo hace, lanza dos de las profecías más importantes, previas a su muerte,

La primera es que Judas Iscariote lo traicionará y lo entregará, Este fue a donde los escribas y los Sumos Sacerdotes, quienes le dieron dinero, a cambio de la información para apresar a Jesús.

La segunda fue la negación de Pedro, quien lo negó tres veces, antes de su muerte. Esta profecía se cumplió tras el arresto de Jesús, pues tres veces señalaron al este apóstol de acompañar a Cristo y estas tres veces dijo que no.

El Arresto en Getsemaní

Jesús y sus discípulos, salvo Judas, fueron a orar al monte de los Olivos. Él se retiró para hacerlo en soledad y sufrir la agonía previa de su muerte en silencio, pidiendo a Dios que pueda liberarlo de lo que viene, pero que se haga su voluntad y no la de él.

En ese instante, Judas aparece e identifica a Jesús con el famoso beso de Judas. Allí es que lo arrestan, no sin antes ver como Simón Pedro cortaba la oreja de uno de los sirvientes de Caifás.

Jesús es conducido al templo y allí empieza su famoso enjuiciamiento, en el que fue humillado, torturado y entregado por el mismo pueblo a la muerte.

Flagelación, coronación y condena antes de su muerte

Antes de su crucifixión, Jesús es flagelado violentamente en un sitio al aire libre. Los soldados fueron los encargados de darle los golpes y de abofetearlo y burlarse de él. Ellos recibieron las órdenes de Poncio Pilato de azotar a Jesús.

En ese instante, le pusieron una corona de espinas para provocarle más dolor y poder decirle con ironía 'mírenlo, aquí está el 'Rey de los Judíos'.

REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL