Día del Orgullo LGBTI: una mirada a la inclusión y derechos de la población transgénero
Hablamos con Deysi Olarte, asesora en temas de género y una persona trans, quien nos habla sobre los derechos, desafíos y problemas de discriminación a los que se expone día a día en nuestro país.
El Día del Orgullo Gay o Día del Orgullo LGBTI (LGBTIQ+), representa un gran momento en la lucha por los derechos y la aceptación de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer en el país.
La celebración del 28 de junio es una fecha emblemática que conmemora la lucha por los derechos de la comunidad y que promueve la igualdad y el respeto.
¿Cómo nació el Día del Orgullo LGBTIQ+?
Este día nació como resultado de la noche del 28 de junio de 1969, el club 'Stonewall' el cual fue objeto de un abuso policial que se salió de control. En lugar de someterse a la violencia y las injusticias, las personas presentes en el lugar se unieron en resistencia, levantando su voz contra la opresión y la discriminación.
Estos disturbios, que se prolongaron durante varios días, marcaron el inicio de un movimiento de lucha por los derechos y la igualdad de la comunidad LGBTI.
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El legado de los sucesos de 'Stonewall' se extendió más allá de las fronteras de Estados Unidos y dio origen al Día Internacional del Orgullo LGBTI.
Esta fecha se estableció como un recordatorio de la valentía y la determinación de aquellos individuos que se enfrentaron a la injusticia y se alzaron en defensa de sus derechos.
Los derechos de la población trans en Colombia
Aunque en Colombia se han hecho avances significativos en términos legales y sociales, aún existen desafíos para lograr una inclusión plena.
Deysi Johana Olarte, mujer transgénero, asesora y consultora en temas de género y diversidad, en entrevista con Canal Institucional, nos contará sobre las luchas, los retos y el panorama actual de las personas trans en el país.
“Chévere que pudiéramos visibilizarnos. No solamente en las ciudades principales del país, sino también en la ruralidad”, asegura Deysi.
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Ella inicia poniendo en la mesa un problema que afronta esta población: el no poder ser trans en un espacio rural: “Es importante empezar también a hacer acciones en lo rural, porque las personas trans no pueden ser ellas mismas en la ruralidad, se puede ser trans en Bogotá, en Medellín, en Cali, en Barranquilla. Pero en el área rural, no”.
La asesora en temas de género y diversidad explica que “hace falta una ley trans que garantice el derecho a la familia, el derecho a una salud sexual y reproductiva, el derecho a unas transformaciones adecuadas con acompañamiento, transformaciones corporales con acompañamiento psicosocial con acompañamiento médico, con medicamentos específicos y desarrollados especialmente para las transformaciones corporales tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre”.
Asimismo, dice que “hay que hacer igualdad frente al acceso al trabajo, frente a la no discriminación para adquirir vivienda o para arrendar. También es necesaria la inclusión laboral y derecho a la educación. Creo que la ley debería contemplar eso”, agregó Olarte.
¿Qué es ser una persona trans?
“Para mí ser una persona trans es la posibilidad de conocer ambas posibilidades del género. Las dos que histórica y culturalmente nos han dicho que existen. Somos seres humanos comunes y corrientes, que lloran, que ríen, que se entristecen, que van al baño, que comen, que se enamoran, que tienen problemas emocionales, psicológicos, económicos”, puntualizó Deysi.
“Es una revolución, para mí ser una persona trans es una revolución constante y permanente. ¿Por qué? Porque estamos cambiándole la forma de pensar a nuestros amigos, a nuestros compañeros y compañeras, a nuestros familiares”, aseguró Deysi.
¿Cuál es el reconocimiento y aceptación de las personas trans en la sociedad?
Deysi confesó que no, que ella, como persona transgénero, no se siente aceptada al 100%.
“He tenido la oportunidad de prepararme y de tener unos cargos relativamente altos y cuando uno está en ese lugar se vuelve enemigo todo el mundo. Yo fui subdirectora de asuntos LGBTI, e incluso estando allí en ese lugar, quienes más me atacaban eran las mismas personas LGBTI y en especial las mismas personas trans”, aseveró.
Indicó que “parece irónico, pero a veces me siento más reconocida en otros lugares y con otras personas que no tienen nada que ver con el tema LGBTI. Creo que nos falta mucha educación, mucha formación política, mucha formación cultural a las personas trans para entender que a una persona trans debemos apoyarla y no atacarla cuando esté en esos lugares de poder”.
“Cuando salí a trabajar con paz, víctimas y reconciliación, me di cuenta de que vivimos en una cápsula, creemos que todo el mundo conoce el tema del LGBTI, que todo el mundo nos acepta, que todo el mundo sabe y no es verdad”, indicó Deysi.
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Por otro lado, “cuando una persona trans logra algo entonces lo maximizan, eso está bien, pero creo que tiene que dejar de ser noticia, o sea, las personas trans somos personas comunes y corrientes y eso es la inclusión” explicó.
No obstante, “existe mucho odio, todos los días una está expuesta a la violencia verbal, un ejemplo: me ven súper maquillada, además de estar operada, tengo senos, y aun así me dicen "bueno señor", lo cual es una falta de respeto y un acto de intolerancia y falta de aceptación” se lamentó.
Para finalizar, “recordemos que la inclusión no se limita a un solo día al año, sino que debe ser una tarea constante en nuestras vidas. Solo a través del compromiso continuo y la educación podremos construir una sociedad en la que todas las personas sean libres para vivir auténticamente, sin temor a la discriminación o la violencia de género”, finalizó Deysi.
DIANA ACUÑA