Derribando mitos: todo lo que debes saber sobre el autismo
En el Día de la concienciación sobre el autismo hablamos sobre este trastorno y desmentimos creencias que lo rodean.
El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una condición que afecta las habilidades sociales, caracterizándose por comportamientos repetitivos, deficiencias en el habla y la comunicación no verbal.
A través de múltiples estudios se ha podido determinar que esta condición es un espectro ya que no hay un solo tipo de autismo sino muchos subtipos, la mayoría influenciados por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Cada persona con autismo tiene distintas fortalezas y desafíos, por lo tanto, la manera como aprenden, piensan y resuelven problemas puede variar. Algunas personas con TEA pueden requerir un apoyo significativo en su vida cotidiana, mientras que otras pueden necesitar menos apoyo, llegando incluso a vivir de forma totalmente independiente.
Las señales de autismo usualmente aparecen a los 2 o 3 años de edad. Algunos atrasos del desarrollo pueden aparecer incluso antes, permitiendo diagnosticar incluso a la temprana edad de 18 meses. Las investigaciones han demostrado que la intervención pronta conduce a resultados positivos a lo largo de la vida de las personas con autismo.
Derribando mitos alrededor del autismo
Para hablar sobre los mitos que se han creado en torno al autismo, nos acompaña la directora de la Liga Colombiana de Autismo, Betty Roncancio.
El autismo es una enfermedad
Falso. El autismo, dentro de todas las variables por ser un espectro, es un trastorno de origen neurobiológico relacionado con el desarrollo del sistema nervioso.
No es una enfermedad que se contagie o que pueda contraerse en un momento determinado de la vida. Por esto, una persona con autismo no está enferma, sino que tiene una condición particular que lo acompañará a lo largo de su vida.
El autismo se puede curar
Falso. En línea con el mito anterior, el autismo acompaña a la persona durante toda su vida por lo que no existen “remedios milagrosos” que puedan curar el trastorno.
Sin embargo, la calidad de vida de las personas con este trastorno puede mejorar con tratamientos psicoeducativos, que permitan fomentar sus competencias y habilidades para adaptarse mejor al entorno social.
La falta de cariño de los padres puede causar autismo
Falso. Aunque hasta la actualidad no se ha podido identificar una causa única que explique la aparición del TEA, sí es claro que está relacionada con el desarrollo neurobiológico y que tiene una fuerte implicación genética. Por este motivo, el autismo no puede relacionarse el trastorno con problemas en los vínculos afectivos en los primeros años de vida.
Las vacunas o medicamentos pueden causar autismo
Falso. Cientos de estudios e investigaciones muestran que la comunidad médica y científica de todo el mundo apoya la conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacunación o los fármacos con el desarrollo de los TEA.
Las personas con TEA no se comunican
Falso. Todas las personas con autismo se comunican, pero no todas lo hacen de la misma manera. Puede que muchas de estas personas no empleen el lenguaje verbal, sino otras formas de comunicación que requieren apoyos y recursos que pueden conocer a través de terapias desde temprana edad.
Las personas con autismo son agresivas
Falso, las personas con TEA no son agresivas. En ocasiones experimentan niveles elevados de estrés relacionados con las dificultades de la condición para manejarse en entornos socialmente complejos e imprevisibles, que pueden manifestarse como conductas inadecuadas o no deseadas y que resultan extrañas a otras personas.
La aparición de tales conductas suele deberse a la falta de accesibilidad y adaptación por parte del entorno, situaciones que pueden afrontarse con los ajustes y apoyos necesarios.
Esta condición se presenta más en hombres que en mujeres
Es difícil de determinar. Tradicionalmente se ha observado un mayor número de diagnósticos en hombres que en mujeres. Sin embargo, en los últimos años se ha podido identificar que existe factores relacionados con diferencias en las manifestaciones del trastorno dependiendo del género y con sesgos en el momento de acudir en busca de diagnósticos, que pueden estar llevando a limitaciones y retrasos en los diagnósticos adecuados de niñas y las mujeres.
REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL