Religión islam

El islam: estigmatizado injustamente tras los atentados a las Torres Gemelas


Foto de: Pixabay

Este sábado 11 de septiembre se conmemora un aniversario más del peor atentado terrorista de la historia. Hablamos con una experta sobre la relación entre este hecho y la estigmatización de la religión islam. 

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Han pasado 20 años de los atentados contra las Torres Gemelas, el ataque terrorista más cruel de las últimas décadas, que el mundo guarda intacto en su memoria.

Nubes de polvo inmensas, rostros de estupefacción y confusión, gritos de desesperación, escombros, papeles flotando en el cielo y sonidos de sirenas, esa fue la Nueva York que el planeta vio ese martes 11 de septiembre de 2001, cuando el reloj marcaba un poco más de las 8:30 a. m. 

Fueron en total tres atentados los que el mundo presenció ese día. Dos de ellos dirigidos contra el World Trade Center, complejo de edificios ubicados en Manhattan, y que impactaron contra las imponentes Torres Gemelas, y otro que tenía como objetivo el Pentágono, en Washington.

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Aunque hubo un cuarto avión que tenía como propósito chocar contra el Capitolio de los Estados Unidos (vuelo 93 de United Airlines), los tripulantes y pasajeros habrían evitado el atentado desviando la ruta del avión, el cual se estrelló en un campo de Shanksville, Pensilvania.

Poco tiempo después de este martes negro que vivió Estados Unidos, el cual dejó casi 3.000 muertos, se conoció que los cuatro aviones que se usaron para los atentados fueron secuestrados por Al-Qaeda, una organización catalogada como terrorista que tiene una visión extrema de la religión del islam.

La estigmatización del islam 

Esta creencia  ha sido fuertemente estigmatizada desde que ocurrieron los ataques del 11-S, según lo indicó la investigadora Gina Marcela Reyes Sánchez, docente de la universidad de la Salle y quien hace parte del programa de investigación “En el hecho social religioso y subjetividad”

“A partir del 11 de septiembre, con la caída de las Torres Gemelas, la percepción injusta que vamos a tener del islam es la de una religión cuyos miembros son extremadamente radicales en su creencia y que, para defenderla, apelan a mecanismos de violencia. Esto fue propiciado, en gran parte, por los medios de comunicación, por Estados Unidos que, con el expresidente George W. Bush, toma la decisión de hacer frente a la guerra contra el terrorismo y ubica un nuevo enemigo mundial que hay que atacar”, señaló la profesional. 

Antes de los atentados del 11 de septiembre, en una buena parte de Europa y Estados Unidos se profesaba esta religión, la cual se estima que en 20 años llegará a tener el mayor número de seguidores en el mundo. 

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Después de su origen, que fue entre el siglo VI e inicios del VII, el islam tuvo una importante expansión en Europa y en la Península Ibérica, situada al sudoeste de ese continente. 

“Antes de la caída de las Torres Gemelas ya había conocimiento de la religión, pero no mediáticamente. Sin embargo, pese a esta imagen que se da del islam, en su libro sagrado, que es el Corán, establece la amistad con el otro, la empatía, la compasión, como principios básicos, que nada tendrían que ver con el terrorismo”, contó la profesora en Sociología. 

Agregó que aunque es innegable la existencia de grupos terroristas que profesan el islam, son pocos los que hacen lecturas fundamentalistas de la religión y que optan por la vía armada. 

Por lo que no todos los que profesan las creencias del islam deberían ser catalogados como extremistas o, en el peor de los casos, terroristas, estigmatización que nació debido a los ataques de hace 20 años en Estados Unidos y que se extendió por todo el mundo. 

Discriminados por profesar el islam 

En Francia, por ejemplo, las personas que practican el islam, aún continúan luchando contra la denominada “islamofobia”. En 2019 el diario El País de España publicó una encuesta que revelaba que el 42 % de los musulmanes franceses se sentían discriminados por su religión.

Estos seguidores del islam indicaban que eran perseguidos y discriminados en la búsqueda de empleo o vivienda, en su vida diaria en general. 

Colombia, lastimosamente, no ha sido ajena a esta afrenta. Cuando la comunidad musulmana comenzó con la construcción de su mezquita en la carrera 30 con 80, “varias veces autores desconocidos rompieron su construcción, lo que permitía interpretar estos actos como una reacción por considerarlos peligrosos”, recordó Gina Marcela Reyes. 

Esta “islamofobia” vuelve a florecer 20 años después de los atentados contra las Torres Gemelas con la situación que se está viviendo en Afganistán, país gobernado por el régimen Talibán que fue invadido por tropas norteamericanas tras los atentados del 11-S y en el que la mayoría de sus ciudadanos profesan el islam. 

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Tanto Al-Qaeda como los talibanes, quienes volvieron a tomar el poder después de que Estados Unidos abandonara su territorio en agosto de este año, surgieron por la intervención de otros países en Afganistán: los talibanes nacen tras retirar las tropas de la Unión Soviética del país y  Al-Qaeda la funda Osama Bin Laden luego de ayudar a este territorio en la lucha contra el Estado Federal de Repúblicas Socialistas. 

No podemos comprender a los talibanes sino entendemos que este es un movimiento que surge después de que la Unión Soviética invade su territorio. Recordemos que la Unión Soviética tenía unos principios de no religión, entonces oprime su sentir religioso y en 1993 surgen los talibanes como reacción a esa opresión. Con Al-Qaeda podemos ver una situación parecida, en donde hacen una lectura fundamentalista del Corán”, expresó Gina Marcela Reyes Sánchez. 

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Cómo combatir la estigmatización del islam 

La profesional insistió en que la mejor forma de contrarrestar esta estigmatización injusta hacia la religión es no emitiendo juicios de valor ni morales hacia las personas que consideramos distintas. Además, subrayó la importancia de estudiar el islam, informarnos y conocer a las personas que piensan diferente, pues seguramente encontraremos que la mayoría también quieren tener una vida tranquila. 

“Aún se sigue planteando la idea de que el islam es una religión radical, que no tiene procesos democráticos y que, por esa razón, otros países necesitan llevarles democracia y enseñarles cómo son las formas del buen gobierno. Los seguimos tachando de radicales, no democráticos, no evolucionados, que necesitan de la intervención de occidente, que necesitan que les llevemos un mensaje para que cambien sus posiciones, por eso todavía seguimos promoviendo la idea del musulmán como alguien retrógrado”, resaltó la profesora Gina Reyes.  

 

REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL