Puente de Boyacá celebración 7 de agosto

Claves para entender el 7 de agosto: entre la reconquista y el sentimiento independentista


Colprensa

Te contamos algunos hechos que acontecieron entre el 20 de julio de 1810 y el 7 de agosto de 1819, y que tienen importancia en el proceso de independencia de nuestro país.

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El 20 de julio de 1810 usamos la excusa del préstamo de un florero para dar el grito de independencia que iniciara la lucha por nuestra anhelada libertad, mientras que el 7 de agosto de 1819, con la Batalla de Boyacá concluimos la campaña independentista, para constituir una nueva nación conocida como la Gran Colombia.

La historia y los hechos que marcaron el curso de estos 9 años entre ambas celebraciones patrióticas son demasiados, pero algunos historiadores ordenan este tiempo en dos periodos: la Patria Boba y la reconquista española que se libraba simultáneamente con la lucha por la independencia.

Por esto es que para hablar del 7 de agosto y lo que significó para nuestra nación, debemos conocer algunos sucesos de estos 9 años, que le dieron fuerza al desenlace que hoy celebramos.

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¡Adiós Napoleón! ¡Hola "Restauración"!

¿Qué tiene que ver Napoleón Bonaparte en nuestra historia? Pues su sed de poder lo llevó a querer dominar a España, un punto crucial en el mapa europeo por el acceso al mar mediterráneo y su Imperio Colonial en América.

Mientras los españoles se resistían al mandato de José Bonaparte, mejor conocido como “Pepe Botella”, a quien Napoleón había cedido el trono, desestabilizando al Gobierno de España y sus simpatizantes, nuestro sentimiento independentista se fortalecía.

Después de la derrota de Napoleón el objetivo principal de los españoles fue reconquistar el territorio, restaurar a las autoridades e instituciones coloniales, y eliminar la experiencia vivida con el gobierno criollo revolucionario.

La consigna principal era “Restaurar” el mapa político, los regímenes absolutistas y los valores tradicionales que los sustentaban, dando paso a una batalla política contra los pensamientos liberales, sentimientos nacionalistas y las revoluciones.

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Un programa de represión y castigo recordado como "la época del terror"

Las tropas pacificadoras se extendían por el territorio nacional con el objetivo de restaurar la autoridad de la corona española, empleando métodos ejemplarizantes dirigidos a destruir toda oposición y resistencia, castigando y sacrificando dirigentes revolucionarios, colaboradores y simpatizantes para erradicar las ideas liberales que fundamentaban el movimiento independentista.

A este régimen del terror impulsada por Pablo Morillo, conocido como “El Pacificador”, se unieron eclesiásticos que persiguieron las ideas, publicaciones y manifestaciones revolucionarias, que pudieran estar asociadas e inspiradas en estas.

Así fue como se implantó la pacificación en la Nueva Granada, en medio de fusilamientos, horcas, castigos y condenas de destierro para todos aquellos vinculados con la revolución, además de quemas de libros y periódicos en francés, inglés e italiano señalados como heréticos y una amenaza para la catolicidad del Nuevo Reino.

La actividad guerrillera: una amenaza para Morillo y sus militares

La restauración del Virreinato junto a las autoridades civiles y militares españolas, se dio en medio de la creación de guerrillas que se establecieron en las áreas más alejadas de los pueblos y ciudades, como es el caso de las provincias de Pamplona, Socorro y Tunja, y la sabana de Bogotá.

Precisamente, durante 1816 las provincias de Pamplona y Socorro fueron el escenario de los primeros intentos de resistencia armada, al obstaculizar las comunicaciones y el desplazamiento de las tropas españolas.

Estas guerrillas se volvieron un gran dolor de cabeza para las autoridades del Virreinato y el militar español Morillo, que las percibía como una seria amenaza por los enfrentamientos prolongados, los costos que esto representaba, la dificultad para asentarse en ciertas zonas, y la permanente inestabilidad e inseguridad.

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¡Había que combatirlas! Pero no por la fuerza, por lo que se emplearon otras estrategias como prometer el pago de recompensas a quienes capturaran y entregaran jefes guerrilleros, o que cooperaran en la desarticulación de sus apoyos y redes.

Asimismo, se recomendó que las personalidades importantes de los pueblos influyeran en la opinión de los campesinos armados, y se les prometió a los esclavos su libertad a cambio de su ayuda en la captura de guerrilleros.

Ustedes se preguntarán, ¿qué tan efectivos fueron estos métodos?

En realidad, no ayudaron mucho, en sus informes los funcionarios reconocían la ausencia de cooperación de la población para atrapar a las guerrillas, ya que compartían sus propósitos y los protegían.

El gobierno español planteó una nueva estrategia por medio de una campaña en los pueblos para reprimir a los individuos, pero esto empeoro todo y aumentó el malestar y resentimiento, fortaleciendo las operaciones de las guerrillas.

Policarpa Salavarrieta: una ficha clave para la lucha independentista

Sin lugar a dudas, Policarpa Salavarrieta es una de las heroínas más populares de la época del terror impuesta en la Nueva Granada durante la reconquista española, por su historia de resistencia contra los pacificadores, representando un enlace para las guerrillas al obtener información de interés.

También, fomentaba la deserción de los miembros realistas, disminuyendo la moral de sus tropas.

Una nueva nación

Después del triunfo el 7 de agosto del ejército libertador en el Puente de Boyacá, sobre el río Teatinos, el Congreso de Angostura decretó el 17 de diciembre de 1819, la Ley Fundamental de la República de Colombia que sancionaba la unión de Venezuela y la Nueva Granada en una sola república.

Esta nueva república dividida en tres grandes departamentos: Venezuela, Quito y Cundinamarca, con Caracas, Quito y Bogotá como capitales, tendría un presidente que ejercería el poder ejecutivo de la República, y un vicepresidente, que se nombrarían por el Congreso.

Pero, ¿cuánto tiempo duró esta unión y por qué se separaron? Esa es una historia para otro momento.

REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL